La historia del antiguo Canódromo Meridiana es, probablemente, una de las más polémicas en lo que a usos de los espacios populares de libre acceso se refiere. El que había sido, hasta 2006, un punto de encuentro fundamental para los vecinos del barrio, fue cerrado y adquirido por el Ayuntamiento de Barcelona para hacer… nada. Años después de su cierre, el Canódromo sigue vacío, a pesar de las múltiples reivindicaciones de sectores sociales y culturales para devolverle la función pública que un día tuvo, ya sea como equipamiento para el barrio o como centro de arte contemporáneo (otro proyecto, por cierto, también polémico y que puso en evidencia la falta de democracia en las políticas culturales de la ciudad). El pasado mes de diciembre, Luz Broto propuso a un grupo de unas 300 personas, entrar al Canódromo para llenar el espacio vacío de la tribuna, en desuso después de tantos años. La idea de su acción, filmada en vídeo, era devolver a este espacio su identidad como lugar de encuentro y poner de manifiesto el aislamiento de las instituciones respecto al contexto social y el absurdo de mantener cerrado un espacio que los vecinos sabrían aprovechar de mil maneras. Además del vídeo, también se ha editado una publicación que contienes imágenes de la acción y un texto de la historiadora del arte y escritora Sonia Fernández Pan.
Por: María Arranz
Precios: Gratis
Hora: De lun. a vie. de 11h a 14h y de 16h a 20h, sáb. de 16h a 20h y hasta el 18 de Mayo
Lugar:
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