Está bien lo que hacen los bancos. Me gusta. Está bien todo lo que cobran. Lo que te hacen pagar, así lo vayas a utilizar o no. Lo mejor es cuando te regalan un iPhone cuando te quejas del capitalismo. Me gustas tú (todo me parece bonito). Igual admiro que sus regalos al final terminen costando más que el doble del precio original. Sus servicios, sus comisiones. Que regañen públicamente a los presidentes de las naciones. Eso sí que es tener autoridad. Y que los utilicen como hombrecitos de negro, que los hagan ver tan insignificantes que da igual quién esté ahí, si come con la izquierda o la derecha, outsider o pirata. Me gusta cuando roban en la calle y nadie hace nada. “Manos arriba, esto es un contrato”, de Javier Gascón, es un documental que compila todas esas cosas que tanto nos gustan de los bancos: porque me gustas tú (todo me parece bonito). Y también me gustas cuando callas, porque estás como aplaudiendo a los bancos.
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