El flamenco ha muerto. Morir para volver a vivir como un fénix, deshaciéndose de las cadenas de la tradición para abrirse a la reinvención, la experimentación y la creación. Esto es lo que nos demuestra Niño de Elche con su último trabajo FLAMENCO. Mausoleo de celebración, amor y muerte, un disco compuesto de 14 canciones o, en palabras de su autor, “14 cantes, 14 cortes, 14 heridas, 14 llaves, 14 formas de celebrar el amor y la muerte.”
Francisco Contreras Molina, a.k.a. Niño de Elche es uno de los grandes artistas nacionales que nos ha permitido redescubrir este género a través de un prisma renovado. Con 13 trabajos discográficos en su repertorio, el cantante y poeta valenciano se ha convertido en una referencia de esta nueva escena y nos regala un trabajo intimista y radical. Como explica él explica: “si yo soy un artista experimental es porque vengo de un flamenco radical.”
En este duelo en 14 actos se unen a Niño de Elche otros de los irónicos “asesinos en serie del flamenco” como la cantante Rosalía, la poeta, directora y actriz Angélica Liddell, el guitarrista Yeray Cortés y la bailarina y coreógrafa Rocío Molina. Al querer ampliar el campo estético del flamenco, Niño de Elche nos regala un homenaje a lo que fue el flamenco, pero sobre todo a lo que es hoy y a lo que será mañana. ¡Nos vemos en L’Auditori!
//foto de Ernesto Artillo
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