Pasiones de un Esqueleto
Ya lo decía Steve Jobs, “Si hoy fuera el último día de mi vida, ¿querría hacer lo que voy a hacer hoy? si la respuesta es no por demasiados días seguidos, sé que necesito cambiar algo”. Cuando hablamos de pasiones, es como abrir una caja de Pandora. Nos da miedo afrontar la verdad: o nos pasamos toda la vida persiguiéndolas o caemos en ellas con un sentimiento de culpa, como en la tentación. Vamos a cambiar y probar con algo liberador: ¿qué tal si las vivimos y las abrazamos, sin más? Este jueves, los chicos de Stay Hungry Stay Foolish, el espacio dedicado al entrenamiento creativo, nos animan a dejar de lado la razón por un día y lanzarnos de cabeza a las pasiones en la presentación de El Esqueleto, capítulo 3º del fanzine que editan desde hace un tiempo. Este capítulo está centrado en la pasión, y es que estos esqueletos, aunque sean solo hueso, también tienen la capacidad de sentir y nos pueden dar un par de lecciones sobre el tema. ¿El lugar? El precioso jardín oculto de Olokumi en Gràcia, donde esqueletos y humanos se reunirán para beber y filosofar sobre ese cosquilleo que se siente cuando apagas esa vocecita en la cabeza y, simplemente, sientes. Guilty pleasure? Puede ser, pero qué bien sienta.
