Peter Hook – The Haçienda
La vida de Peter Hook, bajista de Joy Division y New Order, da para un libro. En realidad, ¡para una triología! Desde que en 2010 se lanzara a publicar sus vivencias como uno de los fundadores de The Haçienda, ha escrito otras dos autobiografías. De momento, en castellano podemos disfrutar desde 2019 de la primera de todas ellas gracias a Contra, editada siguiendo la estética del club de Manchester y con un cuidado material gráfico.
The Haçienda: Cómo no dirigir un club arranca con los primeros días de Joy Division y Factory Records, la discográfica dirigida por el irrepetible Tony Wilson. El doloroso suicidio de Ian Curtis provocó el renacimiento de la banda como New Order. Su increíble transformación permitió sentar las bases de un proyecto tan fascinante como arriesgado: crear en Manchester un club de música inspirado en los que habían conocido en Nueva York.
El equipo de Factory Records no escatimó una libra en el diseño, puesta en marcha y funcionamiento de FAC51: The Haçienda. De hecho, Peter Hook narra cómo siempre fue un agujero económico sostenido por los singles, discos y recopilatorios de Joy Division y New Order. La gestión fue ruinosa y la seguridad, con todas las bandas de gángsters de Manchester con el club como cuartel general, un quebradero de cabeza constante. Pero la música y la fiesta nunca faltaron: Manchester, convertida en Madchester, fue la ciudad más vibrante del mundo entre finales de los ochenta y principios de los noventa gracias a The Haçienda. El indie, el acid house, la figura del DJ y el fenómeno rave no se entenderían sin ella.
Peter Hook explica la historia del club en primera persona, de una forma tan directa y divertida que parece que te la cuente mientras compartís unas pintas en el pub. ¡De eso hay mucho a lo largo del libro! Cada capítulo recorre un año o un periodo concreto, intercalando párrafos más pausados con anécdotas que solo podían ocurrir a las personas involucradas con Factory. Además, al final de cada episodio aparece la agenda de conciertos y fiestas de FAC51, las canciones más pinchadas, el balance económico de la empresa o situaciones extraídas directamente de los órdenes del día de las surrealistas reuniones del equipo.
Peter Hook, con fama de persona dura y carácter, dejémoslo en complicado, se muestra a lo largo del libro como alguien cercano, sentimental y comprometido con la escena musical de Manchester. De hecho, en la época en que terminaba de dar forma a este libro, abrió el club The Factory (FAC 251) en las antiguas oficinas de la añorada discográfica y con buena parte de su equipo. Él, que había sido reticente a volver a involucrarse en un proyecto como The Haçienda (¡comprensible al leer este libro!), explica que uno de los motivos es que las bandas jóvenes necesitan sitios para tocar y que Manchester debía celebrar su propio legado musical.
The Haçienda: Cómo no dirigir un club es una reivindicación de la importancia de la música para la identidad de una ciudad y de los valientes que se atreven a lanzar proyectos musicales: salas, sellos, grupos, colectivos. Por ello, este libro es lectura obligada para los amantes de la música, pero debería serlo también para todos aquellos que estos días hacen cada vez más difícil que la cultura sobreviva a la pandemia. Quizá tengamos que llamar al bueno de Hooky para que nos eche un cable.
