Parecía imposible, pero la programación del Phenomena ha logrado superarse a sí misma. Proyectar en una misma velada dos títulos como “El jovencito Frankenstein” y “La vida de Brian” resulta, además de una brillantísima decisión, algo casi divino digno de agradecer hasta perder el sentido. Con el primero, Mel Brooks no sólo conseguía un par de nominaciones a los Oscar y a los Globos de Oro, sino también la parodia del cine de terror más monumental y desternillante jamás filmada. Y en cuanto a la versión libre de la vida de Jesús dirigida por Terry Jones, cualquier alabanza se queda corta. Sin duda alguna, todo un estandarte de la comedia británica considerada como una de las mejores películas de la historia. Dos referentes eternos dispuestos a convertir la noche del sábado en una cita inolvidable.