The World of Banksy
Hay varios apartados en Internet donde preguntan si en Barcelona existe alguna obra de Banksy escondida, o de algún coleccionista que tenga una de sus piezas colgada en algún refugio de esta ciudad, que desde siempre ha respirado arte urbano por cada esquina. Copiar a Banksy es principalmente ser parte de él, una extremidad de su obra que tiene hilos por todo el mundo; y sobre la que él, ni afirma ni desmiente, crea obras efímeras que representan su carácter político, con su opinión directa, y con una firma indiscutible tras la sombra de misterio que el acarrea. Tanto sus “originales” como sus “copias” son obras que oficialmente nunca autoriza, pero tampoco desmiente que sean hechas por él y que se expongan con total libertad. Este emocionante juego de la verdad autoral supone parte del morbo de seguir a uno de los cabezas de un movimiento que crea arte por todo el mundo.
Esta vez, de la mano de Hazis Varda, un genio de la cultura afincado en París, y de un equipo que ha creado un escenario recreando una parte de su historia artística, presentan más de 100 obras en The World of Banksy, una de las exposiciones más espectaculares de este artista presuntamente de Bristol, en el que muchas de sus más famosas y polémicas obras vistas como políticamente incorrectas, se han convertido en un punto de opinión en el arte, y en el modo en el que este afecta nuestra sensibilidad en torno a temas claves que suceden en el mundo.
Varda presenta a Banksy como un doctor de la sociedad, ese que va encontrando el dolor de cada país y que lo refleja en unas realidades en stencil o en escenarios donde la verdad es crudamente sincera. Tras haber pasado por Bruselas y París, esta exposición parece llegar en un momento necesitado, en el que recordarnos que todo se ha de contemplar con otros ojos, con el arte como un arma, y con el mensaje claro sin rodeos: por lo que ha de llegar de esta forma al público, con la sensación en el filo del dolor, de las emociones y, sin lugar a dudas, con el referente de una obra inconformista como la de Banksy deja impresa en la sociedad.
