Una ciudad, un film. Así de sencilla es la propuesta de la Filmoteca para este agosto. Sencilla y eficaz, porque si algo marca muchas películas es la ciudad donde está rodada. Y no estamos hablando necesariamente de películas tituladas como el lugar en que se desarrolla la acción, como Casablanca, ni tampoco de la aventura europea de Woody Allen y su excesivo afán por recalcar la ciudad de turno (léase “Vicky Cristina Barcelona”, “Midnight in Paris” o “A Roma con amor”). Hablamos de películas en las que se retrata una urbe de algún modo especial, como la Nueva York de “Desayuno con diamantes” o el Estocolmo retratado por Bergman en “Un verano con Mónica”. Toda una propuesta para viajar sin moverse de Barcelona, ideal para aquellos a los que, quizás contra su voluntad, les toca quedarse este agosto vigilando la ciudad.
Hoy, “Cuentos de Tokio”, de Yasujirô Ozu.