Barceló Raval

Que va cayendo septiembre y con él los ánimos que te habías hecho… Pues date una alegría de esas que quizás ni te habías planteado para recargar pilas: ¿qué tal un paseo en plan afterwork por el Barceló Raval? Verás caer la tarde con otros ojos. Puedes tomarte un cóctel que haga honor a la ubicación en la que te encuentras -como el “Mojito Ravalero” o el “Bloody Raval”-, disfrutar de un vino blanco, champagne o un buen cava. O algunos de los sándwiches, ensaladas y embutidos que ha preparado el chef del B-Lounge, su restaurante. Seguro que tienes algo que celebrar: 360º para sentir que eres parte de algún modo, de esta ciudad, en su mismo centro. Aunque… Si te da algo de vértigo, si esas 11 plantas y ese afterwork panorámico son demasiada altura para ti, siempre puedes bajar hasta su salón, el del restaurante, y hacerte con su menú, que tiene un poco de todo. Y todo bueno. Humus espaciado, crema fría de almendras, patatas enmascaradas ravaleras o butifarra con espuma de patata… Dicen que eso de ir de afterwork crea conexiones, genera distensión y te permite afrontar los problemas de otro modo. Y hablando de esto: ¡también hay San Francisco sin alcohol, eh, no te creas!