L’Eggs

¿Se puede redactar un artículo sobre un restaurante donde el huevo es el ingrediente principal sin escribir mil veces la palabra huevo? Parece un reto imposible. Donde el Paseo de Gracia pierde su nombre y asoma la cabeza Gran de Gracia se encuentra el Restaurante L’Eggs del chef Paco Pérez (Miramar de Llançà y Enoteca en el Hotel Arts). En un ambiente cuidado con la cocina a media vista al final de la sala grande, el comensal se siente como el rey del gallinero. Un primer vistazo a la carta lo deja bien claro: fritos, en tortilla, clásico, modernos, revueltos, al plato, ‘souffle’, salados o dulces. Y de diferentes aves: gallina, codorniz o de pato en múltiples versiones y formas. Todos los que utilizan son ecológicos y de corral de la tienda online Genuinus. Yema y huevo en vena, pero alta cocina con aires orientales a precios razonables. Me decanto por los de codorniz sobre tuétano a la brasa, guindilla, cebolleta y judías verdes. Cacareos en mi estómago con el equilibrio de gustos entre el picante y la grasa del hueso. En «Hasta los güevos», que no es un taco sino un apartado de la carta, se ofrece algo más que una buena ración de proteínas a tu cuerpo serrano y es donde se esconden platos brillantes como la Papada de cerdo ibérico en salsa teriyaki o las Alitas de pollo con salsa picante y Pack Choi. «A nadie le amarga un dulce» es la propuesta para los postres, aunque me decanto por los cócteles del bartender Javier Caballero en la magnífica barra de la entrada. Antes de salir me guardo la original tarjeta ovoide del restaurante sin resolver el eterno misterio: ¿qué fue primero, el huevo (no he podido resistirme) o la gallina? Da igual, porque en l’Eggs vas a devorar a los dos por igual.

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