Tienes un problema. Un nuevo día y no has dormido nada. Te encuentras en el trabajo y tu mente no está allí. En realidad no es un problema, sabes que estás exagerando, seguramente te lo han dicho, que cómo es posible, que lo dejes ya, pero no está tan fácil. Que eres obsesivo. Que no te desprendes de las cosas. Pues bien, aquí recibirás un poco de alivio sintomático y una que otra solución. Sí, la vida está llena de situaciones que joden, ¡pero tómatelo con humor!
1. Un terapeuta
Esa persona que parece tu amigo y no lo es y te presta atención como si todo lo que dijeras fuera la gran cosa. Por una cuota semanal, te entrena para responder a castigo y recompensa. Puede ser liberador (y costoso). De paso, barre con algún trauma, como haber perdido la pieza final del puzle o leerle el diario de vida a tu hermana ¡Déjalo ir ya!
2. Una vecina
Vive a míseros siete pasos de tu puerta. Sí, ya va siendo hora que deje de escuchar a través de la pared. Muy barata: con una taza de té o un vaso de agua tienes para un buen rato. Pero tiene su riesgo. Comienzas hablando de ti y en un santiamén terminas escuchando sus historias de venas varicosas, idas al baño y familiares que nunca visitan ¡Cuidado!
3. Un perrito
Un fan exclusivo e incondicional. Mientras estés con él, nada más le importa. Te ama ¿ves cómo mueve su cola? Es por ti. O por lo que tienes en la mano.
4. Un trozo de pastel
No puede defenderse. Toma un tenedor o una cuchara y haz lo tuyo. Opción uno, comerlo ordenado, paso a paso, la mayoría comienza por el extremo puntiagudo, pero si sabes esperar, lo dejarás para el final. Opción dos, destrózalo, igual como lo hicieron contigo tus padres. Espera, si estás en esto, vuelve al punto 1.
5. Jugar TETRIS
Una maquinita de hacer líneas. Cada línea que haces, cada línea que desaparece, cada problema que se resuelve. Es magia. Pero nada es lo que parece, porque una vez has hecho línea, viene otra y otra y otra más, y las piezas nunca paran de bajar ¡Y se acumulan! ¡Y ya no puedes más! Terribles efectos secundarios. No se recomienda cambiar por ninguno de los Candy Crush. Altamente adictivos.
6. Una visita al baño
¿Cómo te lo digo? Toma una revista y ve a sentarte. Deja que ese sitio íntimo con olor a lejía y lavanda limpie tu mente (e intestinos). Busca inspiración en el tubo de dentífrico y sus componentes y tómate tu tiempo, que grandes ideas han nacido en el baño. El proceso de descarga puede ser liberador.
7. Correr 42K
Quise ser específico en esto. No empieces con 5K, luego 10K y así. No, 42K. Vas a sufrir mucho y te vas a arrepentir de tu existencia. Tendrán que retirar tu cuerpo inconsciente de la pista. Pero lo puedo asegurar: toda idea obsesiva será reemplazada por dolor físico.
Recuerda siempre: en China son mil cuatrocientos millones de personas. Si todos saltan a la vez, cambiaría el eje terrestre y nuestro planeta se saldría de órbita. Eso SI es un problema. Para todo el resto… ¡Calma y respira!
Ilustración: Quim Sánchez