La cultura crece en todas las direcciones: se estira, se ramifica, se transforma en pequeños y grandes espectáculos… ¿Te imaginas poder regalar una cajita de cultura? Eso es lo que hace Coolturebox, proyecto que ya os recomendamos hace unas semanas. Ahora, charlamos con Joaquín Fernández, uno de sus fundadores, y esto es lo que nos cuenta:
¿Cómo nace la idea de crear Coolturebox? ¿Ha sido largo el proceso de dar a luz el proyecto final?
La idea de crear Coolturebox nació de un proyecto anterior llamado Go! Best Fest, una agencia de viajes online especializada en festivales de música europeos, donde gestionábamos packs de viaje donde el usuario no tenía que preocuparse nada más que de disfrutar de su festival, nos ocupábamos de todo: vuelos, trenes, autobuses, alojamientos, comidas, actividades, seguros de viaje, abonos del festival, transporte interno, etc. y a un precio muchas veces más económico de lo que costaría comprar todo por separado. Nos dimos cuenta que la iniciativa era buena, pero había mucha competencia indirecta y costaba mucho desarrollar los packs a precios competitivos, son muchas las plataformas que ofrecen estos servicios por separado y existía además de la dificultad de coordinar la gestión en otro países desde Madrid, donde estábamos basados. Por ello, se nos ocurrió probar a desarrollar esos packs en otro formato, en forma de caja de experiencias y que fueran para regalar, ¡no existía nada igual!
¿Quiénes estáis detrás del proyecto?
Los promotores del proyecto hemos sido mi mujer, Mar Romero, y yo, cuando nos casamos un 31 de agosto en la playa de Zahora en Cádiz, debió ser el amor o la inspiración del mar pero algo hubo que nos llevó a lanzarnos de lleno en el proyecto, ya que meses después acordamos que yo dejaría mi trabajo y me dedicaría de lleno a desarrollar el proyecto; y ella seguiría trabajando por cuenta ajena pero a la vez dándome soporte en todo lo necesario. Era la manera más práctica, realista y segura de poder lograr lo que queríamos, ya que apostamos mucho dinero en llevar nuestro proyecto a cabo, era un buen tándem. Desde entonces, mucha gente nos ha acompañado a lo largo del proyecto: todo el equipo de la Fábrica de Sombreros de Barcelona, Luis González en desarrollo y diseño web, Carlos Cañete en dirección comercial, Héctor Gaitán en dirección de arte, Roberto Sánchez en programación y Eva Meneses en prácticamente todo lo demás.
¿Crees que la cultura tiene suficientes apoyos en España?
Creo que desde hace tiempo ya se empieza percibir la cultura de otra manera y, sobre todo, a ser conscientes de que no son cultura solamente las disciplinas más “elevadas”, como puedan ser la danza o la ópera, ya que un concierto de música indie o un monólogo de humor son también expresiones culturales y que por tanto se engloban dentro del mismo concepto y merecen el mismo respeto y consideración que otras disciplinas culturales. Pienso que esto lo demanda la sociedad y creo que ya empieza a percibirse por parte de los organismos públicos, aunque nos queda mucho camino todavía por andar, creo que en gran parte hemos dejado atrás esa percepción errónea de lo que es cultura y lo que merece la pena fomentar, ya sea a través de iniciativas como Coolturebox o a través de las instituciones públicas, y en este sentido creo que en la medida que se vayan regenerando los actores políticos, mayor desarrollo, mayor apoyo y más subvenciones tendrá la cultura en nuestro país, porque todavía estamos muy lejos de otros países en este sentido, y no podemos permitirnos el lujo de quedarnos atrás en lo que a cultura se refiere: al fin y al cabo la realidad es que cuanta más cultura tengamos, mejor sociedad seremos.
¿Qué cambiarías en la actualidad?
En general no cambiaría muchas cosas, creo que hemos sido capaces de profesionalizar inmensamente nuestro sector cultural, que vivimos en un país con una historia y un legado cultural absolutamente apabullante, que tenemos gente joven -y no tan joven- con un talento arrollador y que tenemos el gran lujo de encontrar casi en cualquier rincón de nuestra geografía diferentes expresiones culturales. Por pequeño que sea el rincón casi siempre puedes encontrar un auditorio, un humilde taller de teatro, un modesto museo, o cualquier pedacito de cultura que merece ser disfrutada: ya sea una iglesia románica o unas grutas naturales cavadas por el hombre hace miles de años, ya que la naturaleza también nos muestra sus propias expresiones culturales de una forma asombrosa. Más que cambiar, lo que haría sería seguir trabajando con fuerza para mejorar las cosas, eso me parece lo más honesto y la mejor aportación que sin duda se puede hacer.
Dejando a un lado ciudades como Madrid o Barcelona, ¿piensas que existe suficiente oferta cultural en otras ciudades más pequeñas?
Sí, es sorprendente la oferta cultural que se puede disfrutar en ciudades pequeñas, aunque a veces sea a través de producciones locales, de adaptaciones de grandes obras literarias en obras de teatro sin apenas medios o atrezzo, de conciertos en acústico sin ni siquiera un mísera P.A. o un altavoz, pero interpretados con el más puro sentimiento; o coreografías de baile hechas por juveniles que cuando salen al escenario sienten que están en el mayor teatro del mundo y lo dan todo desde el minuto uno. Hay mucha más oferta cultural local de la que nos pensamos, tal vez no lleguen las grandes producciones de Broadway a los escenarios locales, pero solo hay que coger una guía cultural de cualquier pueblo o ciudad pequeña para darse cuenta de la cantidad de acciones e iniciativas culturales que albergan.
Cuéntanos cuál ha sido para ti un concierto o un espectáculo inolvidable.
He visto cientos de conciertos y acudido a multitud de festivales y en general soy un espectador fácil: no me gusta ser muy crítico con los artistas en el escenario, me gusta verlos cuanto más cerca mejor, atenderlos, admirarlos y guardar silencio cuando actúan. Siempre me ha molestado mucho la gente que no para de hablar durante un concierto, me parece una falta de respeto hacia el artista y algo absurdo. “¿Si lo que vienes es a hablar entonces para qué vienes?” Algunos conciertos que he disfrutado muy especialmente como Antony & The Johnsons en el Teatro Real o Florence & The Machine en el Palacio de Vistalegre, ambos acompañado de mi mujer, y otros producidos por mí directamente como Psapp, Lucky Soul o Supersubmarina en Sala Caracol cuando estaban empezando. También Max Romeo un martes de invierno en la antigua sala Heineken, o Julian Marley en Joy Eslava han sido de mis favoritos y de los que mejores recuerdos guardo.
¿Tienes algún proyecto de futuro en mente?
De momento mi proyecto futuro es también mi proyecto presente: seguir hacer creciendo crecer nuestro querido proyecto Coolturebox, mejorarlo y poder escalarlo dentro del ambicioso plan que tenemos para llevarlo a un total de 19 países en los próximos años. De todos los proyectos en que me he visto involucrado, este es sin duda el que más me gusta, y una vez lo hayamos hecho crecer, lo que seguramente toque sea venderlo para seguir haciendo otras cosas, aunque sea solo de una manera altruista, no me imagino estar parado sin nada que hacer… Cuando llegue ese momento ya veremos, de momento vamos a disfrutar lo que tenemos entre manos porque es un verdadero privilegio.