Andaba ya un gran hueso buscándose al oído,
de la mañana al bronce, del bronce a los ciervos.
(Eunice Odio. Tránsito)
Una máscara tras otra, cayendo como pétalos, pero no nos desnudamos. El carnaval es esa fiesta inocente en la que contamos y callamos a partes iguales. Una máscara que nos deja mirar, pero no saborear. Porque febrero estaba diseñado para anclarse en las raíces y para volar solo cuando dormimos, sin propósitos.
Poco más se puede añadir a lo que ya se ha dicho estos días: no hay rabia más decible, ni injusticia más profunda. Vivimos un tiempo extraño y las noticias se solapan con extraordinaria ferocidad. Un día devora al otro, y hoy tú estás aquí, mañana no. Así funciona el ininteligible engranaje en el que vivimos.
Seguimos luchando por la libertad de expresión, por el respeto de los derechos fundamentales. Hoy y todos los días, seguimos, dice Laura y todo el equipo de Le Cool Barcelona.
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// Foto de Fabio Aguilar
