si esta noche cuento los cristales de mi cocina
es porque creo con compulsión y con nostalgia
en la belleza de extinguirnos.
(…)
(Luna Miguel. Poesía masculina)
En la noche horizontal la primavera avanzaba arrasando. Y era suave el perfume y los jazmines llegaban al norte mientras dormías. En la noche horizontal abrías la prensa y el mundo parecía haberse arreglado. Ahí afuera, casi sin gritos, estaban ordenadas soluciones engañosas. Y las fronteras eran sal, y el blablablá seguía su cadencia y la tentativa aún era algo en lo que creer. ¿Y la tentación?
En la noche horizontal es posible que las amigas se reencuentren, hagan nido y trencen palabras más allá del poema, mucho más arriba del cielo. ¿Entonces hilvanamos cielo y tierra? O tal vez esas palabras de la noche queden como secreto, únicas, radiantes, con su carga eléctrica antes de la tormenta.
Y bailamos y bailamos, mirando al cielo, a la tierra, felices de estar en la calle, despiertas, y volteando su murmullo melodioso, dice Laura y todo el equipo de Le Cool Barcelona.
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Portada de Juan Manuel Clavijo
