De cuántas cosas hablamos sin plantearnos que estamos hablando de eso. Cuántos conceptos utilizamos sin estar de acuerdo con ellos, pensando que efectivamente son los más adecuados. ¿Aceptamos los dogmas? ¿Somos realmente escépticos o tomamos como abierto lo que en realidad permanece cerrado como una caja fuerte de la que han arrojado al mar la llave? En clave de humor y en un estricto orden alfabético, el ensayista, matemático, profesor de universidad de lógica matemática y divulgador científico (¡toma ya!) Piergiorgio Odifreddi se enfrenta a muchos de los conceptos, personajes e instituciones que establecemos como paradigmáticas en nuestro uso cotidiano del lenguaje. Más que un diccionario al uso, se trata de un divertido y desternillante ensayo que, además de hacer pensar, pone en entredicho no solo a las religiones, el capitalismo o algunos de los científicos más reputados, sino a aspectos a los que no solemos plantar cara, como la idealización de la infancia, el calor familiar, centros universitarios o algunos de los políticos más intachables. Esta serie de acepciones desfilan por este variado texto que pone a cada uno en su sitio, y también a uno mismo, pues del primero del que duda y desconfía el autor italiano es de su propio punto de vista. La estupidez, bien entendida, también nos hace avanzar y es la responsable de algunos desarrollos tecnológicos. Todo ello queda reflejado en este libro y en la frase atribuida a Einstein: “Dos cosas en la vida son infinitas: el universo y la estupidez humana, pero albergo mis dudas sobre la veracidad de la primera”. Una muy recomendable lectura de verano para lucir sonrisa en la playa. // By Javier Muñoz
