La música forma parte indiscutible de nuestra historia vital. La banda sonora de la vida de cada uno se teje con canciones de todo tipo: se empiezan a conocer grupos en la adolescencia que no dejarán de acompañarnos, en la madurez nuestros gustos seguramente cambien pero siempre recordaremos con cariño aquellas canciones, que aunque nos dé vergüenza reconocer, cantábamos a pleno pulmón con 15 años. El Disco de Deva va trazando la historia de cuatro amigos que coinciden en Madrid con sus sueños, sus visiones y denuncias del mundo, cada uno desde un prisma particular pero con algo en común: la amistad que les une. Una historia narrada como si te la estuviese contando un amigo, de manera informal, con palabrotas y onomatopeyas incluidas, con un estilo fresco que hará que te rías, reflexiones y hasta te hagas amigo de los protagonistas. Un buen amasijo de anécdotas y aventuras que culminarán en un final inesperado que seguro que sorprende a más de uno. En El Disco de Deva hay naturalidad, pero también misterio, y precisamente ahí es donde encontramos la magia.
