Porque es que no, no te queda otra: después de cómo has castigado tu cabello este verano a base de cloro, agua clara, sal y sol, una de dos: o te recoges las greñas o ingresas en la pelu por urgencias. Los chicos no tenéis tanto problema (o eso creéis vosotros), pero un saneado post-vacacional… tampoco os vendría del todo mal. Así que este mes queremos hablaros de algunos de esos centros de belleza y divinidad que los Yelpers adoran y veneran. Uno de ellos es La Pelu, de la que Carolina M habla auténtica maravillas: “el precio no varía si te ponen producto o no, o si te secan o no”, aspecto que marca una diferencia con la mayoría de peluquerías, y eso que los artífices “son profesionales jóvenes que te aconsejan y se atreven a hacer cortes diferentes, pero prácticos, frescos y cómodos”. Por si fuera poco, abren en “las noches de luna llena”, ¡y eso hace que te crezca más rápido el pelo!
Otro templo del cabello es Táctum. Beatriz S reconoce que es uno de esos sitios a los que “mola ir, porque no es una peluquería sin más”, ya que existe verdadera “comunicación entre peluqueros y clientes” e “intentan mejorar el aspecto de cualquiera”. Aclara que la estética es de “tendencias bastante modernas, pero suelen entenderte y hacerte lo que quieres”, algo imprescindible para no salir indignado: ¡que seguro que alguna vez te ha habrá pasado, como a todos…! Otro sitio que merece mención especial es Manostijeras . Agustín P. la conoció “por casualidad hace años, paseando por el Raval” y pudo comprobar que el local es acogedor, el servicio muy agradable y te hacen “unos masajes capilares maravillosos”, de esos con los que se te puede caer hasta la babilla. Para terminar, no podemos olvidar hablar de Rulo, peluquería con la que Inma V. experimentó un auténtico “amor a primera vista”; allí la tiñeron de rubia y la dejaron flamante, y encima, sin clavarle un dineral, porque “los precios son muy asequibles”. No te quejarás: después de estas recomendaciones sí que puedes soltarte la melena, mirarte al espejo y gritar: ¡porque Yelp lo valgo!