Periodista, poeta, artista visual, gestora cultural, performer o –si me permiten- vandálica literaria. Son algunas de las posibles dimensiones donde podrías encontrarte a esta polifacética alicantina; si tienes la maldita manía de intentar calificarla. ¿Pero quién es Alicia García Núñez? La primera vez que escuché su poesía estaba siendo tatuada en vivo y en directo –piénsalo-. “Soy cáscara, envoltorio abierto / al viaje. Mujer mutante / y bella a partes desproporcionales.” El caleidoscopio García Núñez vuelve a girar para regalarnos su nuevo libro -¿o es un viaje?-. Es posible subirse a su libro como polizón, escabullirse furtivo, delictivo, con la garganta ardiendo y los ojos desorbitados, en trance. “Se asomará al miedo / -le partirá el labio-“. La autora hace un recorrido, imaginario en alguna parte geográfica, por Grecia, Alemania, Eslovenia y España -es un poemario, ¿o es un viaje?-. En un momento de literatura con vísceras de plástico o compradas por encargo en Amazon, es de agradecer esta autenticidad suya para desnudar-se y enseñarnos las cicatrices indispensables usando una voz sólida y propia. Existe en su poesía una suciedad imprescindible para que algo te haga ruido en las venas. “Déjame decirte: / tu corazón transporta / algo más que sangre. / Huele a tinta queriendo / ser escrita”. Además, no resulta difícil encontrar parámetros referenciales e identificarse haciendo propios sus versos. Este es su tercer poemario editado y surge del trabajo realizado en la residencia de creación literaria que le concedió el Center for Slovenian Literature. En papel, gracias a Editorial Baile del Sol. Ya podemos ir corriendo a comprar estas deliciosas cicatrices a ver si así, con suerte, seremos también más altas. Puedes conseguirlo con descuento en la web de la editorial.
Fotografía de la autora “leyendo contrariada”: Ángela Gemio.
Aquí uno de sus vídeos, “Fear is a lie”, grabado hace un par de años, que contiene un poema de “Más cicatrices me hacen más alta”: