Aunque sé que suena a tópico, admito que soy así de sencilla y pocas cosas me parecen más placenteras que comer chocolate. Por eso cuando me invitaron al maridaje de Ron Santa Teresa con chocolates Lindt estuve salivando durante dos horas seguidas. ¿He leído bien? ¿Ron? ¿Chocolate? ¿Yo invitada a un exquisito maridaje? Gracias karma por devolverme mis buenas acciones con tan delicioso gesto. Llegué al restaurante Quinto Quinta incluso antes de la hora y en cuanto entré y percibí los chocolates y las botellas de ron, mis ojos se iluminaron como los de un crío en navidad. El maestro chocolatero David Pallás había preparado el arsenal necesario para despertar nuestros sentidos. Nos sentamos alrededor de la mesa y nos presentaron las tres (preciosas botellas, por cierto) variedades de ron que nos habían traído: Santa Teresa 1976, Linaje y Gran Reserva. Dios, estoy recordándolo y vuelvo a salivar, disculpen ustedes.
El Añejo o Gran Reserva es el ron insignia y el más conocido tanto en Venezuela como en nuestro país. Por su precio y su suavidad, es el más consumido y el más apto para mezclar con refrescos (sí, cubatas) pero solo, y acompañado de una onza de chocolate Lindt de 85%, os puedo asegurar que es infinitamente mejor. Santa Teresa Linaje, en cambio, resulta de la combinación de rones tanto fuertes como ligeros y deja un regusto un tanto amargo y a frutos secos; por eso es ideal con chocolate Lindt con menos cacao, del 70%. Y llegó el turno de Santa Teresa 1976. Un ron antiguo de Solera, elaborado a partir del método artesanal. Es meloso, con aroma afrutado y cuerpo firme. Perfecto para acompañar con chocolate Lindt de 90% por el maravilloso contraste que ofrece. Dicho esto, imaginadme sentada a la mesa, con tabletas Lindt y ron Santa Teresa de tres variedades distintas. Habiendo catado ya tres copas y saboreado tres onzas (bueno, quizá alguna más). Mi cara es de infinita felicidad, pero lo más curioso del caso, es que jamás pensé que mi paladar pudiera percibir tantísimos detalles … Y todavía quedaba el plato fuerte.
David Pallás, el maestro de ceremonias, nos sorprendió con una facilísima pero efectiva receta que mezclaba a la perfección el ron Santa Teresa con el chocolate Lindt. Un bombón ganache con toppings de frambuesa, pistacho o kikos, según el maridaje, y que acabó de despertar a las pocas papilas gustativas que no estuvieran aplaudiendo. Una delicia que a todos los asistentes se nos hizo corta de tan placentera. Vicio puro y duro en todos los sentidos y para todos los sentidos. Esto pasó hace ya unos días pero servidora se fue a casa con una botella de Santa Teresa Linaje que os prometo que desde entonces me miro con otros ojos, y me bebo poco a poco y con mucho amor. Los chocolates debo admitir que duraron poco pero os aseguro que también fueron devorados con amor. Mil gracias a Ron Santa Teresa, a chocolates Lindt y a David Pallás por tan gratificante experiencia. ¡Y por supuesto a Alicia, editora Le Cool Bcn, por haber pensado en mí para vivirla y contárosla!