Sobre el fuego, by Larry Brown

Sobre el fuego es la crónica de la presumible vida de la brigada contra incendios de la localidad rural de Oxford, Misisipi, allá por los años setenta y ochenta. Un diario de confesiones y recuerdos de un bombero capaz de explicar, con un estilo severo y huraño, las satisfacciones y las desgracias de un trabajo desacostumbrado. La precisión de los detalles, que pueden ser insignificantes a la vez que espantosos, convierten cada descripción de un servicio en una en una alabanza a las herramientas, el respeto a las normas y el trabajo en equipo. Sus páginas están llenas de barro, suciedad, humor y los detalles del minuto a minuto de un cuartel de bomberos.

Larry Brown encontró su lugar y una misión que llevar a cabo en Oxford. Amaba ese mundo, amaba todo su entorno, tanto lo bueno como lo infernal. Brown nos sumerge en un abismo de llamas donde nada halagüeño nos abriga. La pasta con la que están hechos los bomberos es especial, debe ser así, los escenarios dantescos son cotidianos para ellos. Su vida, la rutina, comprendía unos ciclos: 24 horas con los compañeros y 48 horas con su familia; el equilibrio vital para seguir adelante.

“Voy a aprender cómo escribir un libro. Sin embargo, yo le dije eso a un buen amigo mío, unos 12 años atrás, estábamos pescando en un pequeño lago, y él no se rió”.

Las noches de insomnio, mientras sus compañeros dormían, las aprovechaba para leer y escribir. Le sirvieron para forjarse un destino como escritor reconocido en la literatura sureña. Brown perfeccionó su pasión rascando horas al trabajo y aprovechando sus días libres hasta que llegó a convertirse en algo más que un buen escritor. Él vive cada tragedia anónima como si tuviera algo propio y contraponiendo la acidez de su humor. El fuego, la cerveza, el disparo certero, la anécdota, nada cesa, todo continúa. Respira hondo, la ceniza vuela y papel se queda.

Traducción: Javier Lucini
Ilustración: Antonio Jesús Moreno “El Ciento”