Soy Gunsal (una versión neopunk de mi nombre real: Gonçal) y, extraoficialmente, soy un ingeniero que intenta recuperar el tiempo perdido para poder dedicarme en cuerpo y alma a lo que más me llena en este mundo, que es componer música. Empecé muy joven, a los 5 años, estudié en conservatorio y me pasé más de 15 años tocando el violín en varias orquestas. He estado en muchos proyectos musicales de diversa índole hasta que definí un espacio propio en beGun, mi proyecto “vital” por así decirlo. Y aquí estoy, con mi primer EP, “San Francisco” (Subterfuge).
Hasta ahora algunos te conocíamos por SuperCola. ¿Por qué decidiste empezar beGun?
No fue un cambio de un día para otro, sino algo más bien progresivo. A SuperCola le tengo un cariño enorme por todo los que nos ha dado (y espero que nos siga dando) a Pol y a mí, que somos como hermanos. El “salto” a beGun lo di porque sentía que la época de editar temas ajenos se había acabado para mí, ya hacía años que me rondaba por la cabeza el crear desde cero sobre un lienzo en blanco, que de hecho es lo que siempre me ha llenado más a nivel personal y profesional.
¿Hay alguna historia detrás del nombre? ¿Por qué lo escogiste?
Pues en realidad por dos razones: por una parte, begun es el participio de begin, o lo que es lo mismo: empezar (y esto ha sido en realidad como empezar de nuevo). Por la otra, la más sencilla, beGun no es más que “be” + “Gun” y mi pseudo-nombre es Gunsal… Puede hasta sonar presuntuoso, pero me gustó la idea por lo simple que era: Ser Gunsal… be Gun. Lo que me he encontrado en algún que otro mail es un: “ey qué tal, Ser Pistola!”… Entonces pensé: “¡mierda, la he cagado!”.
¿Qué podemos esperar de beGun en 2013? Hasta ahora has publicado solo un EP, “San Francisco”.
Pues este 2013 ha empezado fuerte, la verdad. Ahora estoy trabajando a tope en el siguiente EP, que se llamará “Shangai” y espero poder publicarlo entre finales de abril y principios de mayo. He cerrado ya algunos remixers muy chulos para este EP y en paralelo estoy trabajando en un par míos para The Suicide of Western Culture y Teen Flirt. Y ya me toca ponerme el mono del directo, porque tenemos algunos bolos en Barcelona, Madrid, Sevilla… Y luego a preparar Sónar, ¡que tengo unas ganas infinitas!
Mi madre diría que haces música con máquinas. ¿Cómo afrontas la composición de una canción?
¡Pues la mía también piensa lo mismo!! No ha sido fácil convencerla de que las maquinitas con lucecitas y ruedecitas también sacan soniditos, como una guitarra pero en un mundo de unos y ceros. La idea a la hora de componer una nueva canción es siempre la misma: lo que más me llena y me puede mantener despierto hasta las 5am si hace falta, es encontrar y pulir el leitmotiv a nivel armónico, aquella combinación de acordes que le de vida al tema. A partir de ahí, generar una estructura que pueda o no cambiar con el tiempo y empezar a jugar con los elementos. Finalmente, mezclarlo todo bien, buscar el espacio correcto para cada sonido y escuchar la canción una y otra vez para ir puliendo detalles… sin dejar que te llegue a aburrir. Es un reto ponerte en la piel del oyente que va a escuchar ese tema por primera vez cuando uno lleva ya cientos de pasadas.
Una canción como “San Francisco” mezcla un buen puñado de influencias, de referentes sonoros comunes de la electrónica. ¿Te lleva mucho tiempo o surge de forma natural?
Pienso que la música tiene un componente puramente artístico, el músico delante del piano intentando trasladar esa melodía que tiene en la cabeza a la realidad… Y luego una parte más matemática, que pasa por hacer una escucha activa de infinidad de temas para poder captar la manera de trabajar que tienen otros artistas que sean referentes o influencias de tu producto. Es decir, una canción puede surgir y debe surgir de forma natural pero luego el tratamiento, la elección y la combinación de los elementos que entran en juego sí que pasa por un raciocinio más lógico, más matemático… Sobre todo, tratándose de música hecha con máquinas. Y en ese tratamiento en el que uno puede dar más peso específico a una serie de elementos musicales que sean referentes de un género en particular. Lo importante, bajo mi punto de vista, es encontrar el equilibrio entre ambos mundos: uno siempre debe hacer lo que le sale de dentro sin dejarse influenciar totalmente por el “sonido de moda” en ese momento. Todo en su justa medida.
Si pudieras dar un concierto en absolutamente cualquier lugar de Barcelona, ¿dónde sería y por qué?
Hay tantos sitios donde me encantaría tocar que es difícil escoger uno solo. De hecho, tengo en mente para más adelante (ahora es imposible) empezar un proyecto de streaming en lugares variopintos, completamente fuera de la escena clubber, como el funicular de Montjuïc o un espigón en la Barceloneta. Seguramente no es una idea “nueva” y ya se han hecho cosas parecidas, pero bueno, pienso que lo importante es estar activo y no dejar de proponer y proponer ideas.
¿Cómo afrontas el concierto que darás el 13 de abril en el FAD, qué podemos esperar de él?
¡Pues con muchas ganas! El FAD sí que es un sitio donde me hace especial ilusión tocar, jamás he tenido la oportunidad. Cuando uno se estrena en un lugar nuevo y por muchos bolos que lleves a tus espaldas, siempre está ese gusanillo en el estómago por ser la primera vez.
Para ti, ¿hasta qué punto pinchar música de noche es un “trabajo” y hasta qué punto estás realmente de fiesta?
Pienso que es una combinación de las dos, fifty-fifty. Por descontado, ir a pinchar a un sitio es un curro, al igual que lo es servir copas o asegurar que la fila no sea un desmadre y en ese sentido yo siempre me lo tomo bastante en serio, hasta el punto de no dormir jamás en los vuelos. Siempre que viajo hacia un bolo fuera de Barcelona: Mac en la mini-mesita de delante, Ableton, cascos y a pulir cosillas. Por otra parte, pinchar requiere a su vez de una cierta “actitud”, de una puesta en escena, un “transmitir” al público tu manera de entender la música y al final, pienso que la clave es encontrar el equilibrio. No se trata de aparecer en una cabina con una truja de las que no distingues un CD de un cenicero a menos de dos palmos de distancia, ni presentarse en una actitud angelical como si estuvieras en la Biblioteca Nacional con un incunable en tus manos. Yo siempre intento divertirme porque pienso que es la mejor manera de divertir a los demás.
¿Cuál ha sido tu noche más memorable?
Aun habiendo disfrutado de todas y cada una de las noches en que me ha tocado pinchar, soy de la opinión de que la noche más memorable siempre está por llegar… Y eso me mantiene despierto y siempre con ganas de más.
¿Un sueño?
Vivir de la música, aunque sean sólo 5 minutos.
¿Y un secreto?
Miles de ellos… pero si te los cuento, dejan de serlo.
BeGun será uno de los artistas participantes en las Get Dirty Sessions de Converse en el FAD el próximo 13 de abril, juntamente con Vivian Girls, Lasers y Dulce Pájara de Juventud. Entérate de todo aquí: https://www.facebook.com/events/348651851913827/.
Entrevista por: Aleix Ibars.