Lleva ya catorce años dirigiendo el OFFF, un festival de referencia a nivel mundial en ese campo tan misceláneo y cambiante que es el del arte y la creación digital. Del 15 al 17 de mayo por el Disseny Hub de Barcelona se paseará lo mejorcito del panorama internacional, además de todo diseñador viviente en la ciudad condal. Hoy hablamos con el culpable de todo esto, hablamos con Héctor Ayuso.
El OFFF nace en el 2000 como un festival online de cine en flash, pero ahora es un fenómeno que se celebra en varias ciudades alrededor del mundo y que abarca muchas más disciplinas. ¿Cómo explicas este éxito?
En realidad la única ciudad que es fija es Barcelona, luego hacemos entre 6 y 8 más, algunas cada año como México, Cincinnati y Montreal, y otras no. Nació por una necesidad propia: vine a Barcelona a estudiar cine, luego me dediqué al diseño de páginas web y al final combiné ambas haciendo cine con flash. Ello me llevó a crear un festival online de cine en flash. Ahora el festival ha crecido, pero sigo la misma premisa con la que comencé: hacer el festival al que me gustaría ir como público.
Pero ahora es un festival mucho más amplio, abarca mucho más. ¿Dónde está el límite?
A nivel de tamaño, el límite está claro: no hay intención de crecer más. A nivel de formato, en cambio, no hay límite. De hecho, intentamos que cada año se vaya reinventando. Lo más importante es que en cada edición todo sea nuevo. Por eso apostamos por gente que aporta algo nuevo, ya sea conocida o no.
Dices que ya no queréis crecer más. ¿Os habéis visto abrumados por el crecimiento del festival? Este año, sin ir más lejos, las entradas llevan tiempo agotadas.
No, en todo caso es una satisfacción añadida. Estamos en un venue que nos va muy bien a nivel de tamaño y distribución, y además tenemos un público muy fiel. Bajo esa premisa, estamos a gusto como estamos.
¿Es posible definir el OFFF en una sola frase?
Es un punto de encuentro donde se generan cosas, donde se crea. El otro día alguien lo definió como “una llamada a la acción”. Y esa casi que me gusta más. Yo siempre digo que es un lugar donde lo importante no es tanto lo que pasa sobre el escenario, sino más bien lo que ocurre a tu alrededor.
Dais mucha cancha a los nuevos talentos. ¿Es ése un punto importante para vosotros?
Súper importante. Gran parte del público manifiesta cada año que acaban muy inspirados, y a veces esas personas nos mandan propuestas y han acabado dando conferencias ellos mismos en nuevas ediciones. Siempre hemos tratado de borrar las líneas que separan esas tres grandes ramas de todo festival: invitados, organización y público. En nuestro caso no hay barreras: compartimos el mismo lugar, y eso genera que ocurran cosas.
Los títulos de crédito son una de las grandes atracciones de cada edición. ¿Nos das una pista de los de este año?
No puedo dar pistas porque, por decisión propia, cada año pido no saber nada. De hecho, espero al último día para verlos al mismo tiempo que el público. La única pista que te puedo dar es que en mi última conversación con Ash Thorp y Anthony (Scott Burns), que son los creadores de este año, tanto el uno como el otro manifestaron que es lo mejor que han hecho en toda su carrera. Y están histéricos por enseñárnoslo.
¿Dirías que es Barcelona una capital de la creación digital?
Barcelona es una ciudad en la que ocurren cosas. Se da el contexto, las personas, las circunstancias y los lugares para ello. Ahora, yo no creo que ahora mismo haya ninguna capital particular en este sentido. Sí es la ciudad que yo he escogido para vivir y desarrollar mi trabajo, y no la cambiaría por nada, pero es una decisión personal.
Y de las ciudades en las que has montado el OFFF, ¿de cuál conservas mejor recuerdo?
De México, probablemente. Supongo que por la cercanía, por cómo los mexicanos viven las cosas y porque, además, es el único lugar a día de hoy donde se puede hacer el OFFF 100% en español.
¿En Barcelona no?
No. No sabemos exactamente por qué, pero en Barcelona el 80% del público viene de fuera, así que la comunicación es en inglés completamente. México al revés: casi el 100% es de allí. También quiero destacar Cincinnati, porque cuando nos llamaron para ir lo primero que pensé fue “¿dónde coño está Cincinnati?”, pero luego al llegar allí te encuentras con una escena creativa súper potente, gente muy cercana… es una ciudad que te sorprende muchísimo.
¿Nos cuentas un sueño?
Siempre que se acerca el OFFF tengo pesadillas, en realidad. Anoche soñé que se cancelaba el OFFF… lo pasé fatal.
¿Y un secreto?
No sé usar ni un solo software de edición de video. Soy muy vago. Y eso que me encanta editar, pero siempre que puedo lo hago en analógico. O eso o me busco un montador.