Soy Marta dos Santos, 1984, crecida en Portugal. Me gradué en diseño textil en Porto y estudié “Artes Aplicadas al Mur” en Barcelona. Trabajo como diseñadora textil y ahora he creado Mnemoisyne, mi proprio estudio de diseño.
¿Cómo empezó Mnemoisyne Studio?
Mnemoisyne empezó hace mucho tiempo en mi cabeza. Es algo que siempre he querido hacer y que tenía completamente construido en mi imaginación. Trabajé en empresas como diseñadora y como jefa de producto, y me chocaba mucho la falta de carisma y de riesgo al escoger las colecciones, así como la falta de interés por la calidad, diseño y material. Tenía ganas de crear algo distinto que tuviera todo eso, que estuviera pensado con mucha sensibilidad y gusto. Cuando llegó esta crisis a violentarnos a todos, pensé que la mejor forma de resistir seria tener mis propios proyectos y entendí que era el momento. Mnemoisyne tiene dos vertientes: una el estudio de diseño, donde trabajamos para otras marcas y empresas, y otra nuestra propia marca, que únicamente desarrolla colecciones de decoración.
¿Qué os inspira a la hora de crear vuestras colecciones?
El arte y la naturaleza. Son las dos cosas que más me atraen y no creo que alguien pueda vivir sin ellas. Las telas Mnemoisyne buscan la distinción por la creatividad, originalidad y calidad. El nombre Mnemoisyne está inspirado en la diosa de la memoria, justamente por buscar algo inolvidable y “para toda la vida”. Por esto me esfuerzo en buscar el equilibrio perfecto entre la creatividad y la elegancia, casi siempre recogiendo elementos de la naturaleza. Un artista ante todo es un gran observador y las ideas pueden surgir en los momentos y formas más imprevisibles. Me encantan las cosas “brutas”, tribales y grotescas, pero a la vez delicadas y con pasión. Nunca miro demasiado las tendencias del mercado, aunque sigo a ciertos artistas y marcas que me gustan mucho.
¿Cuándo sale vuestra primera colección y qué nos puedes adelantar sobre ella?
Nuestra primera colección estará lista a finales de febrero. Está pensada para sofás, cortinas, cojines, sillas o simplemente en telas a metro.
En vuestra web se puede leer que os preocupa el tema de la sostenibilidad medioambiental y el fomento de las economías locales, ¿qué materiales y qué procesos lleváis a cabo para mantener esta idea en vuestra producción?
Hay una gran falta de conocimiento en relación a los materiales que se usan y los efectos que causan en nuestra salud y medio ambiente. Creo que tenemos que cambiar esta tendencia del consumismo barato con mala calidad por productos que, aunque sean un poco más caros, no estén sometidos a agresivos tratamientos químicos. Me gustan los tejidos con espíritu y esencia, como el algodón, la seda, el lino, el Kashmir o la lana. Y esta fue una gran preocupación que he tenido al crear la marca. Otra gran preocupación fue en relación a la producción local y la economía. Hay fábricas con mucha tradición textil que se están muriendo por culpa de la gran deslocalización de la producción hacía Asia y medio Oriente que, al mismo tiempo, alimenta la creciente polarización económica al tener a los trabajadores bajo condiciones infrahumanas. Tampoco hay que olvidar que esas telas son fabricadas con químicos que dañan el ecosistema y gastan mucho petróleo para poder llegar aquí. En Mnemoisyne sólo trabajamos con proveedores europeos que trabajan con fibras naturales.
¿En qué consiste el proyecto “No machines used”?
El proyecto “No machines used” está relacionado no solo con los materiales naturales, sino también con los tradicionales. Esta idea nació en una conferencia textil en Guimarães, donde todos discutían sobre las nuevas tecnologías y únicamente se preocupaban por las telas creadas en laboratorio. Esto me ha impactado mucho, pues estamos perdiendo las formas de crear tradicionales y convirtiéndonos en productos artificiales. Este proyecto quiere volver a recuperar a los artesanos y la fabricación en tejidos y técnicas ecológicas. Con la gran ambición de no tener precios muy caros, para que no se convierta en algo elitista.
¿Un sueño?
Ser una ballena y llevar a mi familia y amigos en mi barriga a conocer los océanos. Protegerlos de todo el mal del mundo.
¿Y un secreto?
Hay bichos muy grandes y feos en el fondo del mar.