Sueños y secretos de… Raúl Muniente

Mañana se cumple un mes desde que Raúl Muniente -quizás el único aceitunero, filósofo y promotor underground del mundo- acabara en el calabozo tras organizar una fiesta de nochevieja que terminó en drama: problemas de aforo, mala organización y un desalojo policial como colofón final fueron los ingredientes de una fiesta que se saldó con decenas de indignados, varias multas de órdago y un muro de Facebook -el suyo- con un volumen de visitas diarias que más de un medio online firmaría sin dudar. Tras el aplastante aluvión de sanciones, insultos y hasta amenazas, muchos pensaron que Muniente estaría fuera del “negocio” por largo tiempo, pero nada más lejos: el viernes 31 vuelve a las andadas para dar la bienvenida al año nuevo chino. ¿Puede salirle bien la jugada después de la que se lió hace sólo un mes?

Raúl, llevas años montando fiestas a través del Circuito Regenerador sin mayores problemas. ¿Qué pasó esta vez?
Sí, desde 2004 más o menos. Empecé en la carrera, en la Vila Universitaria. Montamos una muy grande y la gente se quedó a dormir y hubo muchas infidelidades y cosas así. Luego fuimos haciendo cuatro cada año: Sant Joan Lennon, el Día de la Hitstanidad (con todo hits en inglés), San Vladimir Lenin y la Nochevieja Regeneradora. Siempre ha venido gente de primera y segunda oída. El problema con esta última es que vino gente ya de tercera y cuarta oída, y eso se nos fue del control ideológico. Antes había un proceso de aprendizaje: unos amigos traían a otros amigos. Pero cuando viene tanta gente de golpe se pierde el espíritu. Es como cuando Buenafuente se fue de La Sexta a Antena 3 en prime-time y luego no lo veía nadie. Es lo que pasa cuando algo salta a un público masivo muy de golpe.

Pero, ¿por qué triunfó tanto esta vez?
Hay varios factores. El primero es que en un principio se iba a hacer en Gracia, pero como allí no se puede hacer nunca nada lo tuve que cambiar. Esa ubicación atrajo a mucha gente ajena al Circuito. Otro factor es que esta vez bajamos el precio: de 40 a 30 euros. Y también está el factor Facebook y Whatsapp: antes funcionaba por boca a boca o mails masivos entre amigos, ahora se mueve mucho más rápido. Mira lo que pasó en el Piknic Electronik con Richie Hawtin, que se corrió la voz y tuvieron que ir los Mossos a desalojar.

¿Y toda esa gente tenía entrada?
Aquí hubo un problema y es que al local se podía entrar por dos sitios diferentes. A parte de eso, los de seguridad, que me los impusieron los del local, no tenían ni walkies. Era un descontrol, así que mucha gente se coló sin entrada. También sucede que es Nochevieja: todo el mundo llega y quiere ir al guardarropa a la vez, que es donde hubo más aglomeración. Pero eso siempre pasa: es una hora y media muy intensa que luego se calma. Pero esta vez vino la urbana justo cuando la cosa se estabilizaba.

¿A la gente del local no les va a caer multa?
Estas cosas van muy despacio. En unos cuatro meses me llegarán las multas a mí y es entonces cuando puedo yo demandar al local como subsidiario. Va para largo.

Hay quien te critica por tirar balones fuera. ¿Reconoces fallo propio?
En parte fue culpa mía, sí, porque hubo una fiebre de gente comprando entradas a última hora que no pude controlar. Mi móvil no estuvo operativo en todo el día por el aluvión de llamadas y mensajes. Pero también es cierto que si no hubiese venido la urbana aquello se habría relajado y, más o menos, la cosa habría ido bien.

Dices que la fiesta del viernes está en regla al 100%. ¿Seguro que no hay ningún cabo suelto?
Claro, es la disco Atlantic. Yo me llevo un porcentaje como promotor, pero es una fiesta en un club normal. Es profesional.

¿Cómo va la demanda de entradas?
Está la cosa animada. Creo que lo llenaremos, más o menos. Mucha gente enfadada tras la Nochevieja no vendrá, pero los fieles sí. Como cuando Buenafuente volvió otra vez a La Sexta.

¿Por qué crees que la gente sigue apuntándose después de todo?
A ver, piensa que a la fiesta vinieron 1.500 personas y la gente que metió más bulla a lo mejor fueron cincuenta. En realidad muchos me enviaron mensajes diciéndome que estuvo bien y que fue una pena que no hubiera durado más. O sea que tampoco fue para tanto.

Tu muro de Facebook echó humo durante días, con cientos de comentarios de detractores y defensores. ¿Qué pensabas al ver todo eso?
Primero lo cerré, pero luego pensé que la gente se enfadaría más y volví a abrirlo. Hubo una oleada de gente que criticó la fiesta, y luego otra que criticaba a éstos por ser demasiado exagerados. En realidad lo que triunfó fue la ironía contra la gente que montó el cristo. Y muchos dicen que mis “defensores” eran amigos míos, pero en realidad a muchos ni los conocía: los había agregado para la fiesta. Pero sí, la cosa estuvo muy caliente. De hecho, en mi pueblo, quedaban para cenar y conectaban el portátil a la tele para ver mi Facebook.

Estos comentarios han dado pie incluso a un merchandising que has puesto en la web del Circuito.
Hay chapitas y camisetas con los posts más típicos. Es que fue bastante fuerte: un día estaba en un ciber y el de al lado estaba mirando mi muro. Otro oí que unos decían mi nombre en una conversación y no les conocía de nada. Tenía como 100 notificaciones cada 5 minutos.

Había gente que incluso te amenazaba. ¿Has tenido algún encontronazo?
Me pusieron “Raúl Muniente timador” en la pared de casa. A parte de eso, nada. Bueno, gente que te mira mal sí, pero nunca me han llegado a decir nada. O aquello de “mis amigos te odian, Raúl”. Pero directamente no. Igualmente, me jode que haya quien piense que fue de mala fe, como si quisiera estafar el dinero y largarme a Méjico o algo así.

Has estado muy expuesto todo el tiempo: muro de Facebook abierto, tu dirección y móvil publicados, apariciones en prensa… ¿eres de los de “que hablen mal de mí, pero que hablen”?
Depende: si habla todo el mundo mal de ti, pues mal, ¿no? Pero también es cierto que si quieres contentar a todos no contentas a nadie. Y bueno, como lo estaba pasando mal con las multas y todo el follón, al menos me entretenía tener el muro abierto. En cualquier caso, lo mejor habría sido que la fiesta hubiese ido bien, claro.

Has hablado de las trabas con las que te encontrabas a la hora de montar la fiesta. ¿Crees que es posible montar en Barcelona fiestas underground como las de antes?
La Guardia Urbana me dijo: “lo que usted hace, señor Muniente, no es que no se deba hacer, es que no se puede hacer en Barcelona; no sabemos cómo lo hace”. Y ahí está la gracia de quienes se quejan: si miras el precio y lo piensas bien, ya sabes que estás haciendo una cosa paralela a la normativa. Y en parte si la fiesta tuvo tanto éxito fue porque mucha gente mítica que montaba fiestas underground se bajó del carro por la presión que hay. Los Mossos están a la que salta: me vinieron con el evento de facebook para que no se me ocurriera hacer la fiesta en Gracia.

¿Te planteaste en algún momento abandonar el Circuito Regenerador?
En algún momento sí, pero luego vi que la gente me animaba y además como soy baturro y soy muy cabezón, el pensamiento se me fue rápido. Porque sé que los fieles van a seguir viniendo. Es que ésta ha sido muy sonada, pero hemos montado muchas antes. Recuerdo una mítica en Poblenou en que apareció un loco con un palo de madera y empezó a hostiar a la gente. Con la confusión hubo quien pensó que llevaba una katana y se armó el pánico, imagínate. Todavía lo recordamos como “el año de la katana”. Aquello sí que fue fuerte, pero no tuvo tanta repercusión porque los que había eran fanáticos de la fiesta. A esta última vino mucha gente de Gracia, que se apuntaron a la fiesta por comodidad, había muchas parejas en plan “dos copas y nos vamos a casa”. Era un público más exigente, los de antes estaban más adaptados a la selva.

Ya salió Gracia. Uno de los puntos más conflictivos fue cuando en Facebook te referiste a la gente del barrio como “neopaletos”.
Sí, mucha gente se dio por aludida. Lo que yo quería decir es que, como la fiesta en principio estaba programada en Gracia, pues vino mucha gente de Gracia, que es un tipo de gente que va a lo cómodo, son parejas, salen mucho pero muy light… nosotros al revés: no salimos tanto, pero salimos a saco. Entonces atrajimos a ese público, por la fama del barrio más que por la fiesta en sí. Pero, vamos, que yo vivo en Gracia. A lo mejor eso es lo que ha jodido más.

¿Al final qué ha pasado con las multas?
Estoy esperando. Me enfrento a cuatro multas de 10.000 a 100.000 euros. Están especialmente indignados con que hubiera gente fumando dentro…

¿Nos cuentas un sueño?
¡No tengo sueños! Bueno, en relación al Circuito Regenerador, me gustaría tener un garito con tres ambientes: uno emulando el Imperio Romano, otro la Corona Hispánica y otro la Unión Soviética. Con atrezzo, trajes y todo eso. Pero yo sólo soy un humilde vendedor de aceitunas… seguro que ahora lo publicas y lo acaba haciendo otro.

¿Y un secreto?
A mí en realidad lo que me interesa es la política. Por eso siempre intento acercar los guateques a cuestiones político-filosóficas. Pero no siempre es fácil.

/ Por Samuel Valiente