Escoger como título del libro un juego de palabras con el nombre de una de las mejores películas de Sydney Pollack, ya promete; y es que en este ejercicio se trataba de jugar y romper reglas. Entre 2002 y 2012, un grupo de estudiantes de diseño gráfico fueron invitados a reinventar carteles de películas olvidando todo aquello que habían aprendido. Saliéndose de los estereotipos tanto de la vertiente gráfica como cinematográfica, debían reinterpretar y subvertir la lógica de la industria del cine. Este libro recoge cronológicamente esos carteles y refleja lo difícil que resulta llegar a crear una identidad gráfica propia teniendo en cuenta los estímulos visuales a los que estamos sometidos./ Virginia
