Soy artista visual, históricamente siempre ha trabajado alrededor de la arquitectura como campo de investigación. Durante muchos años, y bajo el nombre artístico de Víctor Enrich (mi apellido de padre), toqué la fotografía digital con retoque 3D. Pero pensando en que ya era hora de darle un homenaje a mi madre y usar por fin su apellido, y aprovechando también que desde hace ya tiempo quería hacer algo nuevo, decidí hacerlo bajo el nombre de Víctor Tarrés; y ese algo nuevo no es otra cosa que la pintura al óleo.
En esta primera etapa como pintor en la que me encuentro ahora, la vida en las calles y los espacios urbanos están siendo mi motivo principal de estudio. Cada día salía de paseo por la ciudad, a la caza de nuevas perspectivas, encajes arquitectónicos, conjuntos de luz y color que me sirvieran de base para trabajar. Tomo centenares de fotos para luego, una vez en el estudio, ir haciendo descartes hasta por fin quedarme con las que creo que pueden funcionar mejor. Las fotos seleccionadas vienen posteriormente editadas y retocadas digitalmente hasta que doy con una combinación que sea, digamos, “pintable”.
Y claro está… Ahora mismo me es literalmente imposible poder ampliar mi base fotográfica urbana por la obvia prohibición a salir a la calle que el estado de alarma ha traído consigo, así que no me va a quedar otra que pasar con lo ya fotografiado previamente, a menos que sea capaz de sacar algo interesante en el tramo de calle que va de mi portal a la frutería de la esquina mientras dure la cuarentena.
Tengo la suerte de haber instalado el estudio de pintura en casa, concretamente, en el cuarto de la lavadora, así que por suerte podré seguir pintando, aunque solo también mientras duren mis reservas de pigmentos y lienzos.
Lo que sí siento es que en el estado en el que estamos no sé si voy a ser capaz de pintar cosas como las hechas hasta ahora. Creo que me voy a poner muy triste, me apetece mucho más meterme con estos políticos inútiles.
La pieza que comparto, un poco a modo nostálgico, es justamente la última que he hecho. La he terminado en plena cuarentena, y previamente la había fotografiado en una tarde/noche de inicios de marzo, cuando aún nadie se imaginaba lo que nos iba a caer encima.
Aprovecho para desearos toda la fuerza, resistencia y paciencia del mundo para superar esta crisis.
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