Las buenas novelas no necesitan contar grandes historias ni emplear un lenguaje lleno de florituras. Tan solo encontrar la voz de su protagonista y hacer que el lector lo sienta cercano. Tal es el caso de Vozdevieja, el debut literario de Elisa Victoria bajo el sello Blackie Books que relata las dudas, temores e ilusiones de Marina, una niña de 9 años cuyo apodo en el colegio da título al libro.
Por boca de este personaje, somos testigos del verano que pasa en compañía de su abuela tras la resaca de la Expo 92. Un limbo maravilloso donde no existen reglas sobre horarios ni comidas y donde casi todos los programas de la tele están permitidos.
Entre pelis de Bud Spencer, muñecas Chabel y polos de limón, asistimos al discurso lúcido de esta niña, a medio camino entre la ingenuidad y el desasosiego provocado por temas como la enfermedad, el sexo, la muerte y el miedo a no encajar con los demás. Porque nada entraña tanta complejidad como la inmersión en el mundo adulto.
La magia de Vozdevieja radica también en sus personajes secundarios (la abuela, la madre y el novio de esta) y las conversaciones mantenidas con Marina, capaces de arrancarte una sonrisa y partirte el corazón en la misma línea. Diálogos donde lo anodino tiene reservado un espacio importante, poniendo al mismo nivel los filetes empanados y las dudas existenciales. Y es aquí donde una se da cuenta del talento de Elisa Victoria: de su habilidad para retratar la infancia sin caer en la complacencia y de su destreza para suscitar grandes reflexiones sin llegar a ser grandilocuente. Vozdevieja nos representa porque todos y todas hemos sido como Marina. // By Paula de Aguirre
