Sabemos que no todas las historias tienen un final feliz. Pero, ¿y si le diéramos una vuelta de tuerca a los conceptos tradicionales? La historia de Christiane es dura, cruel, desgarradora, y al mismo tiempo dulce, nítida. Es fácil dejarnos seducir por esa mezcla de horror y belleza en sus ojos (y en sus palabras). A Christiane se le ha odiado y amado a partes iguales. Se la ha llamado tantas cosas que necesitaríamos varios libros para enumerarlas. Me quedo con aquello de símbolo generacional a modo de ‘la figura femenina del antihéroe’. Aunque muchos ni siquiera la conocen. A otros, les sonará solo por la película. La editorial Alpha Decay acaba de publicar una autobiografía que traspasa todos los márgenes: líneas que deambulan del humor a la muerte, pasando por el amor y la devastación. Un mito de los años ochenta que es necesario conocer sin barreras, sin maquillaje. Al fin se ve publicada en nuestro país la autobiografía de la toxicómana más afamada y, al mismo tiempo, menos comprendida. En este intenso diario también narra sus relaciones con celebrities del underground: desde David Bowie a AC/DC desfilan por estas páginas. Prostitución y drogas en un brutal camino hacia ninguna parte. Porque a veces lo áspero dura toda una vida. ¿Hasta qué punto encontramos belleza, hasta qué punto empatizamos con el relato sin abrigarnos de compasión? Un relato en el que la sinceridad deslumbra y la inteligencia asusta. Esta es la continuación de esa historia que jamás llegó a su fin. Ante nosotros, la voz. La voz real de una brillante lucha contra el mundo.