El nuevo Barra Alta llega con la intención de democratizar el buen producto. Tapas, marisco y carnes excelentes a precios honestos (que no low cost). A base de raciones muy medidas, alta rotación y la opción de ampliar un mismo plato según el número de comensales, el Barra Alta consigue tener en carta bocadillos de bogavante o el vieiras XXL de Canadá a precios nada prohibitivos. Buena cocina y sentido común han hecho que se llene el local que lleva apenas un mes abierto. La carta se completa con un bar de ostras y especiales de temporada, a los que vale mucho la pena estar atento. Aunque el comedor es grande y acogedor, si puedes siéntate en la barra que rodea la cocina vista y disfruta del espectáculo. Deja que César, Marco o Daniel (experimentadísimo trío de chefs al timón de la cocina) te acerquen su tostada crujiente con tartar bogavante y vieira, la ostra con un toque de clamato o un particular “mar i muntanya” de guisantes del Maresme con bacalao y butifarra. Oficio, toques mexicanos y creatividad en cada plato. La carta de vinos también se rige por el seny, con precios de tienda más un descorche de 6€. Tras unos años de boom gastronómico con aperturas y conceptos poco conectados con el comensal, puede que, con grandes ejemplos como el Barra Alta, estemos entrando la época del sentido común.
