Blanc

Afortunadamente nos estamos acostumbrando a comer bien en los hoteles, pero la verdad es que en algunos se come muy muy bien. Como en el Blanc, el nuevo restaurante comandado por Carme Ruscalleda dentro del Hotel Mandarin y su propuesta sorprendentemente cercana. Muchos platos de la carta miran hacia la tradición a través de la óptica de una chef con 7 estrellas Michelin y el mejor producto de temporada. Recetas reconfortantes de toda la vida mimadas con emplatados y ejecuciones excelentes. Sentado en el imponente salón central del Mandarin decorado por Patricia Urquiola, los canelones de tres carnes, el empedrat de langostino o el salteado de setas y butifarra negra te transportan mentalmente a tu infancia. También hay licencias internacionales, como uno de los mejores dim sum de langostinos de la ciudad. En el postre es donde el Blanc te da la puntilla final con un clásico carrito con los postres de la casa expuestos. No soy una persona de dulces, pero con el carrito de postres me ganaron el corazón. Estar dentro las lujosas paredes del Mandarin hace que el servicio y los detalles sea de primera división, y con un menú de mediodía de 36 euros vale mucho la pena lanzarse a disfrutar la experiencia en el Blanc.

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