Casa Castro

De vez en cuando, Barcelona se guarda alguna sorpresa escondida durante más de 40 años. Casa Castro es una marisquería de Nou Barris frecuentada por futbolistas del Barça y del Madrid, folclóricos como Julio Iglesias, Serrat o Caballé, políticos del nivel de Felipe González o Zapatero. Hasta Ayrton Senna se ha sentado allí. Silvestre Castro sigue aprovechando su línea directa con algunos de los mejores proveedores gallegos para ofrecer marisco y carnes gallegas de las más destacables de la ciudad.

En esta modesta marisquería de barrio, que solía tener cola en a la puerta en los noventas, se siguen sirviendo algunos de los mejores mariscos, pescados y chuletones a una clientela fiel con ganas de pagar por producto del mejor nivel sin distracciones. Una comida en el Castro puede empezar con lacón, almejas, pan con ajo y uno de los mejores pulpos a la gallega que vas a encontrar a este lado de la Península. Puede que sigas con una espectacular lubina salvaje a la donostiarra y un rodaballo a la Casto (con salsa y patatas). Seguimos con unas cigalas que no cabían en el plato, una señora centolla, y cerramos con un chuletón de primera. Un auténtico festival gallego en uno de los rincones menos ostentosos de la ciudad.

Aunque la carta es muy contenida y honesta, el ticket medio (siendo un poco disfrutón) no es bajo. Pero si Julio Iglesias ha comido en tu misma mesa, quien soy yo para juzgar los precios. Solo sé que Silvestre consiguió dos cosas: hacerme feliz y devolverme la fe en una ciudad que aún tiene el poder de sorprenderte con crochets de izquierdas inesperados. Quien diría que una de las calles más modestas de Nou Barris camufla un restaurante de tanta calidad. Confía en una de las marisquerías periféricas más honestas que vas a encontrar. ¡Por muchos años más Silvestre Castro!