Ceviche 103

Si algo queda claro es que la gastronomía peruana es valorada mundialmente y eso se lo debe a su diversidad. Es rica por su mezcla de distintas culturas y variada debido a la gran despensa de alimentos que otorga el Perú.

Y con Perú tengo toda una historia. Descubrí sus restaurantes caseros acudiendo con amigos limeños y norteños que se disputaban el mejor ceviche y Pisco Sour. Aprendí de ellos sus auténticas recetas e incluso investigando las del Chef Gastón Acurio. Y así, entre ceviches, caí en un restaurante que recién abría sus puertas en 2013. En un momento donde empezaban a abundar las opciones de restaurantes peruanos. Una moda pasajera decían algunos. Este restaurante se posicionó como uno de los mejores de Barcelona de cocina peruana de autor, demostrando que su cocina llegaba para quedarse. Ceviche 103 convirtió este número de la calle Londres en una dirección que los amantes de la cocina peruana conocemos de sobra.

Recientemente volví. Con la ilusión de volver a un lugar que me recordaba el inicio de mi historia con la gastronomía peruana. Como la ciudad, y con ella nosotros, Ceviche 103 también se ha renovado. Mi paladar evolucionó distinguiendo un buen ceviche y la amplia variedad de platos. Ceviche 103 ha ido evolucionando y adaptándose a la Barcelona actual.

Renovado por dentro y por fuera, con una decoración más cálida y confortable para el comensal, pero guardando sus colores vibrantes y toque fresco. Y por dentro, lo que realmente importa, gracias a la incorporación del experimentado chef Pablo Ortega que trabajó junto a Gastón en Tanta y capitaneó durante 8 años Totora. Hoy trae al ceviche 103 su sello personal.

Innovador, durante las fiestas pasadas, presentando platos con sabor peruano y acento catalán. Demuestra así la pasión que siente por su tierra natal y la de adopción. Siguiendo con la dinámica de la gastronomía peruana que invita siempre a la fusión de culturas. De la carta actualizada pude comprobar sus modificaciones pero guardando siempre el espíritu 103.

Un lugar excelente donde degustar un buen ceviche tradicional o de autor. Probé el de corvina (muy fresca, y esto es importante) en leche de tigre clásica, servida con camote, choclo y cancha. Causa de Pulpo Parrillero con jugos de anticuchos, palta, chalaquita y olivada. No podían faltar tampoco los anticuchos de corazón de ternera adobado en ají panca, servidos con papa amarilla frita, choclo, salsa huancaína y chalaquita de ají limo. Deseando volver para probar el Ceviche criollo y el Nikkei. Además de sus causas, tiraditos y el arroz con Chancho, entre otos guisos tradicionales.

De postre me decanté por el lingote de chocolate y lúcuma. Espectacular. Aconsejo probar el pastel de tres leches. En este caso, tres leches a la catalana. Podría seguir pero yo ya tengo mi historia. Una de cariño por la gastronomía peruana y otra mi especial predilección por este lugar. Ahora os toca a vosotros ir y crear vuestros recuerdos.