Colmado Wilmot

En apenas una semana desde la apertura, el nuevo Colmado Wilmot te hace sentir como si llevara abierto toda la vida. La nueva propuesta del ex-elBulli Eugeni de Diego y Ana Alvarado es un viaje por la cocina de cuchara, por los guisos de siempre, por los clásicos del chup chup a fuego lento. Después de disfrutar con la barra asiática del Tamae, y sacudir la escena Italiana en el Lombo, Eugeni le ha puesto el ojo a algo tan contemporáneo como la cocina de toda la vida hecha como Dios manda. Puede que fuera o dentro de carta en el Wilmot caiga un erizo de mar, un crudo de cigalitas, unos cañuts del Delta a la plancha, o una ensaladilla (con gambas al ajillo) para quitarse el sombrero. La carta reserva una sección a los huevos: con morro de bacalao, angulas, gambas, oreja de cerdo o el clásico huevo frito con sobrasada y patatas. Pero hay dos platos con los que el Wilmot se hará célebre: el fricandó de ternera con un plus de espardenyes, y la tortilla de patatas sobre callos y cap-i-pota. Clímax de hedonismo al plato, estos dos guisos memorables consiguen mejorar años de evolución de la cocina popular.

Medio tienda, medio restaurante, el Wiltmot se resume en una barrita y un salón en el que caben pocas mesas, reforzando así la sensación de sentirte todo un privilegiado. Acompañado por una bodega con poca competencia, cañas bien frías y precios muy comedidos, puede que en el Wilmot te plantes ante una de las aperturas que más dará que hablar de toda la temporada. Reserva antes que sea imposible conseguir una ración de su tortilla y cap-i-pota.