Marineros desayunando a las 5 de la mañana, langostas gigantes y mujeres desnudas ocasionales (ojo a la imagen de abajo, extraída de su Facebook). El panorama en el Racó del Mariner no podría ser más atractivo. Literalmente dentro del Muelle de Pescadores de Barcelona (para entrar tienes que identificarte a la Policía Portuaria), el Racó sirve pescado y marisco recién llegado de los barcos amarrados a la puerta. Más fresco imposible. Para empezar prueba las gambitas a la andaluza, los calamares, o el pescaito frito. De segundo puedes pedir alguno de los pescados del día (recomiendan llegar temprano porque se agota), o ir directo a los arroces. La paella de marisco está realmente buena, y las raciones son tan contundentes que te aseguramos que vas a salir rodando de felicidad. Ojo con la caldereta de bogavante por encargo, porque tiene una pinta espectacular. Abierto de 5 de la mañana a 6 de la tarde, en el Racó puedes desayunar después de una noche de fiesta o hacer una paellita con la familia. Justo cuando crees que lo has visto todo, Barcelona te golpea con éste paraíso de autenticidad.