Hip hop, una máquina de arcade y de largo el mejor bocadillo de pollo frito de la ciudad son las credenciales del nuevo Gringa. Gastón y Priscilla llevaban tiempo pensando en darle un hogar permanente a su foodtruck Eureka, hasta que encontraron el local de la plaza Folch i Torres, en el Raval más cercano a Sant Antoni. Un local lleno de luz, buena energía, gran café y la comida canalla y reconfortante californiana a la que nos tenían acostumbrados en su camioneta azul. En la carta con fuerte influencia mexicana, comparten espacio los tacos que les han valido una legión de fans con sus hamburguesas caseras legendarias. Aunque es con el bocadillo de pollo frito con el que están rompiendo Instagram: pollo perfectamente dorado, con salsa de chipotle, cheddar y ensalada de col, entre dos rebanadas de panecillo artesano. Cada bocado es capaz de dejarte los ojos vidriosos. Atentos también a los breakfast tacos del brunch del fin de semana. Pensado como espacio en el que pasen cosas, estaremos atentos a las sorpresas que nos irán preparando Gringa, uno de los lugares con más actitud de todo el Raval.
