A todos aquellos barceloneses que tenemos la oportunidad de escaparnos “al pueblo” nos suelen advertir con la típica frase de “¡cómo te vas a poner!”. Por lo menos, a mí me lo dicen cuando me voy al pueblo familiar, en el Pirineo aragonés. Suele pasar que al llegar a nuestro tesoro rural particular, además de darle tregua a nuestros pulmones y liberarnos del estrés, en general, nos ponemos las botas con un sinfín de manjares culinarios tradicionales que solemos preparar con alimentos ricos ricos y naturales y, en muchos casos, libres de productos químicos (por lo menos certifico que, en el huerto de mi tío, es así). Cuando regresamos al mundanal ruido es cuando llega la depre “post rural”… ¿Dónde podría encontrar una tienda con productos ecológicos, artesanos y de proximidad? ¿Es posible en pleno corazón de Barcelona? Señoras/es, la respuesta es más que afirmativa. Se trata de I Love Food, la primera “agrobotiga” 100% ecológica y de Km 0 de la ciudad. Un colmado rural donde se aprecia ese amor por el saber hacer de nuestros abuelos. La decoración no tiene desperdicio, ya que se ha pensado en todo detalle para simular una vieja casa de payés. Canastos de mimbre con cebollas, sacos de arpillera con frutos secos a granel… Podemos encontrar fruta y verdura ecológica de Barcelona, con denominación de origen, como las alcachofas del Prat o los fresones del Maresme… Todo productos ecológicos, libres de químicos y porquerías, como dicen los creadores de esta honesta y muy comprometida tienda, Chema Bescós y David Carbó, que hartos de tener que hacer kilómetros para disfrutar de un tomate con el sabor de antaño o degustar una buena tabla de embutidos de montaña, decidieron buscar los mejores productos ecológicos de proximidad y traerlos a Barcelona, sin intermediarios, e incluso hasta nuestras casas.