Imprevisto

Esta semana la Guía Michelín sorprendía al incluir el restaurante Imprevisto en sus nuevas recomendaciones para Barcelona. La guía francesa destaca este pequeño local gastronómico en esa liga justo por debajo de las estrellas, una franja que suele esconder enormes alegrías. Imprevisto es el lugar ideal para el cliente que busca una cocina trabajada pero sin pasadas de frenada: donde el producto lidera sobre las florituras, y la delicadeza se demuestra en cada emplatado.

A pesar de todo eso, Imprevisto sigue siendo un outsider para la mayoría de aficionados a la buena mesa barcelonesa. Ni te lo pienses, y déjate llevar por el menú degustación (corto 47 euros, largo 65 euros, precios difíciles de batir en l’Eixample). Ambos menús siguen el precepto de omakase, donde se deja en manos de los chefs Luca Pinna y Raffaele D’Avicoa la combinación de tu menú. Nuestra cena empezó con un panipuri de topinambur y botarga, una deliciosa berenjena thai en escabeche y una épica corvina salvaje con crema de Parmigiano Reggiano. La cena se puso seria con el excelente steak tartar de solomillo, semillas de mostaza y demi glace, y el magret de pato a la naranja. Dos platos que encumbran la cocina de inspiración mediterránea del Imprevisto a unas cotas difíciles de igualar (y menos al ticket medio que ofrecen aquí). Las buenas sensaciones siguen con el maridaje y el trato en sala, ambos impecables.

Hay pocos restaurantes en el Eixample que puedan sacar tanto pecho con su menú degustación como el Imprevisto. Alta felicidad empaquetada en este pequeño restaurante gastronómico.