¿Conoces a Jacqueline? Este icónico restaurante escondido en la vibrante calle de Enric Granados se ha convertido en uno de los locales más solicitados de la ciudad condal. Sus elegantes estancias inspiradas en el modernismo catalán crean un ambiente cálido y acogedor que se llena de un público local e internacional que busca disfrutar de una experiencia gastronómica única.
Hemos dicho escondido porque su discreta entrada puede hacerte pensar otra cosa, pero su interior está decorado al milímetro para hacerte sentir en el interior de un paraíso art decó. Encontrarás diversos espacios bien diferenciados que te ofrecen multitud de experiencias según el tipo de visita que prefieras.
En primer lugar, El Comedor, pensado para disfrutar de una comida de negocios o cena especial con amigos o familiares en un ambiente sofisticado y refinado con una atención exquisita. En segundo lugar, cuentan con La Barra Japonesa, para los amantes de la cocina nipona, ofreciendo un menú degustación estilo omakase. Si buscas una experiencia más vibrante, The Dinner Club es tu lugar. Disfruta de una deliciosa cena mientras te deleitas con música en vivo de diferentes estilos: Flamenco, R&B, dance, jazz, hip hop, blues… Por último y no por ello menos importante, cuentan en su planta superior con el Champagne Bar, ideal para una copa íntima o para celebrar eventos especiales.
Detrás de esta ambiciosa propuesta también se encuentra una carta a la altura: el chef Dani Padró -tras su dilatada experiencia en la prestigiosa escuela Hoffman de Barcelona y curtido en diversos restaurantes con estrella Michelin en Francia y España- elabora una carta especializada en una cocina de producto local, pescado y marisco fresco, y por supuesto, carne nacional madurada.
Uno de los focos actuales del restaurante es dar a conocer su propuesta de mediodía, con una carta pensada para compartir y un menú ejecutivo cuidado al detalle. Entre los platos se encuentran aperitivos como el hummus de garbanzos Zen, anguila ahumada, olivas Kalamata, caviaroli y un toque de hierbas mediterráneas, o el sabrosísimo steak tartar de carne madurada con un toque de yema curada. También podrás degustar platos insignias de la casa, como el tartar de gamba roja y stracciatella con almendra laminada y esencia de marisco. Como principales, la espalda de cordero con puré de patata trufado y salsa de asado o la corvina con verdes de temporada y fumet emulsionado. Todo ello, acompañado de una carta de vinos para maridar a la perfección cada momento. Esperamos que te quede hueco para el postre, porque te aguarda un helado artesanal de pistacho acompañado de frambuesas y granada, todo un deleite para los paladares más dulces.
Hay tantos momentos para Jacqueline como experiencias desees vivir. ¿Por qué no ir y descubrirlas todas? Date un festín mediterráneo en el corazón de Barcelona.