¿Quién dice que es imposible comer cerca de Las Ramblas en un lugar que aúne la mejor calidad y buenos precios? Fieles a la línea del resto de locales del Grupo Tragaluz -siempre muy detallistas- nos encontramos con Luzia, un restaurante para disfrutar relajadamente. Porque en cuanto entres aquí olvidarás el frío y querrás saborear las sensaciones poco a poco: su iluminación es íntimamente cálida, su decoración sutil y sus altos techos de madera le otorgan una llamativa amplitud. Pues eso, confort y sabores cuidados en pleno centro, pero al mismo tiempo alejados del bullicio. La cocina está situada a la vista de todos, pero también podrás notar la calidez de su horno de leña, para que así te vayas haciendo una idea de cómo están sus pizzas. Por variedad en la carta que no falte. De sus entrantes te sugerimos probar sus berenjenas fritas, cortadas en láminas exquisitamente finas y crujientes. Las patatas Buthán nos alejan de las típicas bravas para ofrecernos un mar de sabores (no aptas para paladares mojigatos). Y sería delito que te fueses sin probar su increíble carpaccio de marlín con salsa oriental, jengibre y chili verde. Ya verás que en su carta podrás avanzar por un sinfín de delicatessen, como los sabrosos platos de carne, pescado o pastas. Ni qué decir que el steak tartar es cosa de otro mundo, y además te lo ofrecen con un aliño espectacular. Sabores cuasi tridimensionales en un horario non-stop. Todo ello acompañado de un buen vino hará de Luzia el lugar perfecto para repetir.