Molino de Pez

Vuelve el famoso cocido madrileño al Molino de Pez. Nino Redruello es capaz de lograr que algo tan tradicional como un cocido se convierta en la sensación de la temporada. Durante los jueves de invierno, el hermano un pelín más formal del Fismuler ofrece de nuevo su menú de 3 pasos -o “vuelcos”, si nos ponemos técnicos-. Primero llega el caldo y los fideos con picadillo, jamón ibérico, huevo cocido y un toque de fino servido en olla de barro. El segundo pase es para las verduras: garbanzos pedrosillanos cocidos con repollo, tuétano, patata, zanahoria, morcilla y chorizo servidos en el centro de la mesa. Y en el tercer pase llegan las carnes: una bandeja con morcillo de ternera, pollo, gallina, panceta, tocino y un par de guiños a Barcelona con la pilota y butifarra blanca.

Un festival redondo de confort solo al alcance de un cocido como Dios manda. Pero a Nino le va esto de sacudir a la clientela (junto a Jaime Santianes, su mano derecha en la capital catalana). Si hace unos meses ya montó un menú recuperando algo tan nuestro como la “sarsuela” de pescado, en breve calientan las Cenas Improvisadas en el Fismuler. Una experiencia gastronómica a 4 manos entre Nino y Manu Villalba los días 19 y 20 de febrero accesibles solo para 12 comensales. En una ciudad que a veces se encorseta a sí misma en la última tendencia gastronómica, se agradecen estos golpes de aire fresco en la cocina (incluso si son tan disruptivos como un cocido castizo de toda la vida). Prepara la cuchara, y disfruta de lo lindo con esta nueva edición del cocido madrileño más famoso de la Ciudad Condal en el Molino de Pez