Santa Rita

Cuando una se empieza a meter en este mundo de las cocinillas, acaba sentada en una mesa con desconocidos, saboreando en primerísima fila platos salidos directamente de los fogones de la casa de un chef, copa en mano e inmersa en un mundo organoléptico envolvente. Así terminé en el delicioso loft del chef Xabier Bonilla. Esto sí que es “the next level“, señores. No pretendo sonar pedante, al revés. Su casa, bautizada como club gastronómico, está abierta a todos aquellos que reserven. Yo no era una elegida, ni mucho menos. El cocinero de origen vasco ha convertido su casa en un club gastronómico donde ofrece a sus comensales experiencias alrededor de la comida, los sentidos, la cultura… Santa Rita (patrona de las causas imposibles) es un modelo de negocio alternativo donde el chef y creador campa a sus anchas y, robándole sus propias palabras, donde puede “cocinar en zapatillas de casa“. Un catalizador de los placeres más mundanos y espirituales, conjugados en un pequeño loft de la calle Almogàvers. Yo comí hasta reventar, bebí como si no hubiera un mañana, hablé con gente muy interesante y pasé una velada de viernes distinta. Creo que apostar por iniciativas de este tipo es una consigna obligada. Estos planes “out of the box” mantendrán a Barcelona y a sus habitantes vivos.