Si hemos tardado tanto en recomendar el Taberna Hoffman es sólo por lo difícil que se ha vuelto conseguir mesa allí. Sin hacer ruido, el Taberna se ha convertido uno de los restaurantes más interesantes del Eixample. Platos tradicionales de cocina catalana mezclados con influencias internacionales. Eso sí, cada receta está ejecutada de manera excepcional. Si preguntas al camarero, te dirá que las alcachofas a la brasa con vieira y vermouth y el huevo en dos cocciones con foie son dos de platos con más salida de la carta. Pero en el Taberna difícilmente encontrarás un solo plato que te decepcione. El pulpo con gnocchi de yuca, pan souflé con puttanesca, y los molletes rellenos de ceps y papada son un hit. Sobre todo no salgas sin probar cualquiera de las tres carnes de la carta hechas a la brasa de carbón vegetal. Su solomillo, el secreto y el chuletón son de otra liga. La fórmula parece muy sencilla: buen producto sin demasiada complicación. Y si le sumas la calidad Hoffman a precios moderados, tienes dinamita pura. Cenar te tendría que salir sin problemas entre los 25 y 35 euros. Y te aseguro que aquí sale a cuenta de largo. Eso sí, una reserva en el Taberna Hoffman te va a costar tres o cuatro llamadas antes de conseguir mesa. Un esfuerzo que bien vale la pena.