Timeline es una nueva adquisición dentro del abanico de pequeños bares de Gràcia. Escondido en una calle lateral, es un local de lo más pintoresco, iluminado de forma suave por la luz de las velas. Aunque pueda sonar un tanto cursi, no lo es en absoluto. Es un lugar de lo más acogedor en el que podrás pasar la noche del lunes bebiendo mojitos a tres euros. O si vas un martes, podrás disfrutar de una tapa gratis con cada bebida (y no estoy hablando de tres palitos de pan sobre un bloque de guacamole, sino de un pequeño plato realmente cuidado). Si lo tuyo es más el fin de semana, por quince euros tienen un brunch capaz de curar cualquier resaca. La mayoría de los muebles han sido rescatados de Encants, pero Timeline no es para nada un bar desaliñado ni tampoco es demasiado mono. Simplemente es muy, muy agradable./ Senka
