Si te digo “Van Van” seguro que se te viene a la cabeza algún buen momento que hayas pasado en el Van Van Market. Ay, ¡cómo echamos de menos esos eventos! Pues ahora se han reinventado para plantarle cara a estos tiempos difíciles y mientras no tengamos encuentros gastro, nos traen una deliciosa propuesta para disfrutar también en casa: el Van Van Chicken Bar. Así que mientras pasan estos meses de inestabilidad y cambios, lo mejor será contar siempre con buenas opciones de delivery. Desde Van Van Chicken Bar te llevan a casa uno de los mejores pollos fritos de la ciudad, cuando quieras. ¡Palabrita de Le Cool!
Entra en su web y empieza a relamerte. Su propuesta es tan sencilla como certera: pollo de proximidad, marinado durante 24h en buttermilk y especias, y rebozado luego en una cobertura extra crujiente. Te aseguramos que tiene la textura y jugosidad adecuadas para llevarte directo al cielo. Puedes probar su formato clásico, el Fried Chicken & Fries, que consta de tres piezas de pollo con patatas y dos salsas a elegir. Pero desde aquí te recomendamos que te dejes sorprender por su Burger de pollo frito con queso fundido, cebolla marinada en limón, brotes verdes, tomate y salsa Van Van. Puedes completar los menús con sus suculentas patatas fritas, su mazorca de maíz cocinada con mantequilla y tajín, o su ensalada de col. Un acierto si estás en casa con amigos (o haciendo picnic) y os apetece compartir diversos platos. El pedido tarda entre 30 y 45 minutos en llegar, y también puedes programarlo desde su web.
Ponte cómodo, no tengas miedo de ensuciarte las manos, ¡y a disfrutar!