Los tomates verdes fritos de Can Dendê son épicos. En serio, solo por los tomates ya vale la pena ir a visitar este minúsculo y acogedor restaurante, que a pesar de llevar solo un mes abierto, cada mediodía tiene una pequeña cola de gente en busca de su cocina casera, sencilla y con toques brasileños. Su sándwich de pulled pork es uno de los platos más sabrosos de todo Poblenou, los huevos benedict están cocidos a la perfección, y los ribs de cerdo a baja temperatura se deshacen solo con entrar en la boca. Mientras esperas que llegue el primer plato, pide un pão de queijo para picar: unas bolas calientes de pan con queso típicas de Brasil que están simplemente deliciosas. Los dulces no se quedan ni un centímetro atrás: reservar algo de espacio para los pancakes bañados con sirope de arce y el “Infancia Feliz” (una copa de dulce de leche, plátano y crème fraîche). La responsable de esta maravilla de lugar es Leoni, una cocinera que se ha traído recetas sencillas y caseras de su Sao Paulo natal, y de su staff que no se cansa de servir cada uno de los platos con una sonrisa. Ahora vuelve a mirar la foto de los tomates verdes fritos del Dendê y dime que no vale la pena el viaje a Poblenou.