A Pluma

A nadie le debería extrañar que el premio Plateselector a mejor cocinero del año fuera para Eugeni de Diego. El que lideró el laboratorio creativo de elBulli y fue jefe de cocina de Ferran Adrià, lleva casi un año revolucionando la escena del pollo a l’ast de la ciudad con su A Pluma, un minúsculo restaurante de apenas 40 metros cuadrados centrado en el icono de la comida de los domingo. Después de hora y media dando vueltas en un horno Josper al carbón, los pollos de Eugeni juegan en una liga en la que pocos pueden soñar. Piel crujiente, carne que se deshace y una sensación de que nada volverá a ser lo mismo acompañan la primera visita al A Pluma. Las salsas de mole, curry rojo o allioli con ajo escalibado son las únicas licencias a la tradición que hay en la carta, que se completa con pollo frito, ensaladas (atención a la de tomate), croquetas y unos canelones con foie que cuentan con una legión de seguidores.

Si quieres llevarte un pollo a casa en domingo, ten en cuenta que a mediados de semana se completa la lista de encargos, así que llama con antelación a este pequeño templo a la cocina popular.

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